Hay que tener suerte
Título Original: You got to have luck
Director: Robert Stevens
Guión: Eustace y Francas Cockrell
Argumento: S. R. Ross
Fecha de emisión: 15/1/1956
Sinopsis: Sam Cobbett (JOHN CASSAVETES), un preso peligroso evadido de la cárcel, piensa que ha conseguido la ansiada libertad cuando irrumpe en una granja y puede intimidar a la extraña joven (MARISA PAYAN) que vive allí para que le ayude hasta que haya pasado lo peor. Sin embargo, no se da cuenta, hasta que ya es demasiado tarde, de que la conducta «rara» de la mujer se debe a que es sorda, y es su incapacidad de oír lo que finalmente le descubre ante la policía y consigue frustrar la evasión. Hay que tener suerte para lograr el objetivo.
John Cassavettes fue un habitual de la pequeña pantalla en numerosas series («Misión imposible») antes de conseguir dinero en la pantalla grande
(«Doce del patíbulo», «La semilla del diablo») y prestigio como director de producciones independientes de la escuela de Nueva York («Shadows»).
Una bala para Baldwin
Título Original: A bullet for Baldwin
Director: Justus Addiss
Guión: Eustace & Francas Cockrell
Argumento: Joseph Ruscoll
Fecha de emisión: 1/1/1956
Sinopsis: Cuando Benjamín Stepp (JOHN QUALEN), hombre de carácter apacible, se ve despedido de una empresa de inversiones, después de veintiún años de servicios, piensa en suicidarse, pero luego, en cambio, mata a su jefe. De forma milagrosa, el jefe muerto de Stepp, el señor Baldwin, reaparece vivito y coleando al día siguiente, ofrece a Stepp una promoción y además un aumento de sueldo. Stepp empieza a pensar que se está volviendo loco, pero después descubre que el nuevo Baldwin es en realidad un hombre parecido, que ha sido contratado para hacerse pasar por el viejo Baldwin y así mantener a flote el depósito de capital de la empresa. La mascarada continúa con éxito hasta que todo se calma; entonces vuelven a llamar al orden a Stepp y le echan. Una vez más contempla la posibilidad de suicidarse, pero en el último momento decide repetir la historia y dispara a su otro jefe, el señor King (PHILIP REED), cerebro de todo el asunto.
Los Abandonados
Título Original: The Derelicts
Director: Robert Stevenson
Guión: Robert C. Dennis
Argumento: Terence Maples
Fecha de emisión: 5/2/1956
Sinopsis: Ralph Cowell (PHILIP REED), con poco dinero pero aún viviendo de forma extravagante, se desespera cuando un viejo acreedor le llama para saldar un pagaré de diez mil dólares. Ralph mata al acreedor, pero luego no puede encontrar el pagaré. Éste ha sido robado por un vagabundo llamado Goodfellow (ROBERT NEWTON), que presenció el asesinato. Goodfellow y otro vagabundo chantajean a Ralph para que les deje trasladarse a su costoso apartamento donde se dedican a empeñar las posesiones más valiosas de Ralph. Al fin Ralph consigue recuperar el pagaré robado de un bolsillo de Goodfellow y expulsa a los dos vagabundos, que no han hecho otra cosa que arruinarle. Con todo, su tranquilidad mental dura poco. La policía llega con una serie de papeletas de las cosas empeñadas por los vagabundos. Ralph reconoce la mercancía robada como suya, pero más tarde se entera de que Goodfellow también había empeñado una pitillera que pertenecía al acreedor asesinado. Así que la conexión de Ralph con el crimen es solo cuestión de tiempo.
Una novela policíaca: ¿Quién lo hizo?
Título Original: Whodunit
Director: Francas Cockrell
Guión: Francas & Marian Cockrell
Argumento: C. B. Gilford
Fecha de emisión: 25/3/1956
Sinopsis: El escritor de novelas policíacas Arthur Arlington (John Williams) acaba de ser asesinado y está en el cielo hablando con un ángel (Alan Napier) sobre la horrible acción. Quiere saber quién ha sido su asesino y por ello el ángel acuerda dejarle volver a la Tierra durante un día para que pueda recrear la escena del crimen y conocer la identidad del asesino. Arthur aparece con una extensa lista de sospechosos, comenzando por su secretario Talbot, su mujer, Carol, y el amante de ésta, Wally Benson, por no decir nada de su avaricioso sobrino, Vincent. Justo antes de medianoche, Arthur, cuando sólo le quedan unos minutos, reúne a todos los sospechosos en la biblioteca y les interroga. Cada uno de ellos, por supuesto, niega cualquier intento de asesinato y por ello él sugiere que abandonen la habitación ya que el asesino no le apuñalará delante de tantos testigos. Benson sugiere, en cambio, que apaguen las luces, y en la oscuridad Arthur vuelve a ser mortalmente herido. De nuevo en el cielo, él y el ángel conversan sobre el crimen. Sólo una persona hubiera confiado en que Benson no iba a volver a dar la luz. Evidentemente, el asesino fue Carol, la mujer de la víctima.
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